El 15 de octubre de 2016, en Kigali, Ruanda, se adoptó una enmienda al Protocolo de Montreal con el objetivo de reducir gradualmente los hidrofluorocarbonos (HFC), compuestos utilizados en sistemas de refrigeración y aire acondicionado, y conocidos por su alto potencial de calentamiento global. México ratificó esta enmienda en 2018, comprometiéndose a congelar el consumo de HFC a partir de 2024 y reducirlo en un 80% para 2045.
La industria del plástico en México, que emplea a más de un millón de personas y representa aproximadamente el 2.8% del PIB nacional, se ve directamente afectada por esta regulación. Los HFC se utilizan en la producción de espumas aislantes y en procesos de refrigeración, esenciales en la fabricación de plásticos.
Para cumplir con los compromisos de la Enmienda de Kigali, México ha implementado diversas estrategias. Entre ellas, la actualización de Normas Oficiales Mexicanas (NOM) que regulan el uso y manejo de HFC, así como programas de capacitación para técnicos en refrigeración y aire acondicionado, enfocándose en el manejo seguro de refrigerantes alternativos como el amoníaco y el dióxido de carbono.
Además, el gobierno ha establecido incentivos financieros para empresas que adopten tecnologías libres de HFC, incluyendo créditos y subsidios para la modernización de equipos. Estas medidas buscan facilitar la transición hacia alternativas más sostenibles, especialmente para pequeñas y medianas empresas que enfrentan desafíos presupuestarios.
Un ejemplo de adaptación es la implementación de sistemas de refrigeración que utilizan refrigerantes naturales en lugar de HFC, reduciendo así las emisiones de gases de efecto invernadero. Estas tecnologías no solo cumplen con las nuevas regulaciones, sino que también ofrecen mejoras en eficiencia energética.
Perspectivas y Desafíos
A pesar de los avances, la industria enfrenta desafíos significativos. El costo de las tecnologías alternativas y la falta de infraestructura para el reciclaje y destrucción de HFC son obstáculos importantes. Además, la capacitación de personal técnico en el manejo de nuevos refrigerantes requiere tiempo y recursos
Para alcanzar las metas establecidas para 2045, la industria en México necesita continuar fortaleciendo sus políticas y esfuerzos. Esto incluye la inversión en infraestructura para la eliminación segura de HFC y la promoción de la cooperación internacional para acceder a tecnologías avanzadas y apoyo financiero.
La implementación efectiva de la Enmienda de Kigali no solo contribuirá a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también impulsará la innovación y competitividad en la industria del plástico en México. La transición hacia tecnologías más limpias y eficientes es una oportunidad para posicionar al país como líder en sostenibilidad industrial.
La Enmienda de Kigali representa un punto de inflexión para la industria del plástico en México. Más allá de una obligación internacional, es una oportunidad para reinventar procesos, adoptar tecnologías sostenibles y fortalecer la competitividad en un mercado global cada vez más consciente del impacto ambiental. La adaptación a estas nuevas normativas no solo es necesaria, sino que también puede ser un catalizador para el desarrollo económico y la innovación en el país.